Real Time Web Analytics Bruselas10: Un biombo oscuro

domingo, 23 de junio de 2013

Un biombo oscuro


El G8 de de Lough Erne, en Irlanda del Norte, ha concluido esta semana con sonoros llamamientos de las potencias mundiales a la lucha contra la evasión fiscal y el dinero negro que circula por el planeta sin pagar impuestos.  Se dice que la suma total de esos capitales asciende a entre 21 y 32 billones de dólares y que los impuestos defraudados alcanzan los 120.000 millones de euros, sólo para las Administraciones tributarias de la UE, según el ICIJ y Oxfam.

Los planteamientos de la cumbre han sido acogidos, en general, con entusiasmo variable, aunque en todo caso positivo. Yo soy de los escépticos y les voy a decir por qué.

La declaración del G8, como las precedentes de la misma índole del Consejo Europeo, la OCDE o países individualizados, se suscitan en medio del escándalo provocado por las revelaciones, a cada cual más llamativa,  de archivos informáticos secretos con referencias concretas a la amplitud del fraude fiscal y la circulación de dinero negro por los paraísos fiscales del planeta. Tan incómodas verdades están difundiéndose, además, cuando nuestras sociedades se encuentran sometidas a fuertes apreturas presupuestarias por la crisis financiera internacional.

El dinero denominado "negro" obviamente no lo es; exhibe siempre las coloridas plumas que sus creadores le han dado. Si se le califica así es porque, a efectos fiscales, está oculto detrás de un biombo de oscuridad, dispuesto intencionadamente por personas concretas. Y en la "foto de familia" del último G8 yo identifiqué fácilmente a tres personas que están del otro lado del biombo: Barak Obama,  David Cameron y Vladimir Putin. Y otros (Angela Merkel o François Hollande), tienen capacidad para echar de vez en cuando una mirada rápida a lo que pasa tras esa cortina de oscuridad.

Los paraísos fiscales atesoran una historia vieja de décadas (de siglos si nos remontamos a la época de piratas y corsarios), pero sus dimensiones y la trascendencia de su papel en la economía internacional data de las dos últimas décadas, coincidiendo con el elefantiásico desarrollo de la economía financiera. Y muchos de ellos están directamente vinculados a la metrópolis londinense, a Washington o a La Haya, por no decir que a Moscú, aunque sea este último un sistema que nos cae a desmano. La City londinense ha sido públicamente acusada de actuar como una gigantesca "lavadora" para el dinero negro del planeta, operando estrictamente en Londres o a través de la red tentacular que tiene desplegada en las Islas Vírgenes, las Caimán, Bermudas etc.

En el imperio planetario del momento que preside Barak Obama existen territorios como Delaware, Wyoming o Nevada en los que es posible, con poco dinero, emprender una fructuosa y rápida carrera hacia la opacidad fiscal. En Delaware tienen sede social muchas de las compañías del índice "Fortune 500" y la filial de una empresa holandesa, CT Corporation, actúa allí como registro para 278.000 compañías de todo el mundo. Pero hete aquí que todos estos territorios y prácticas quedaron libres de culpa en el G20 de Londres, (abril de 2008) cuando se redactó una lista de países con operativas sospechosas. Lo mismo que las islas británicas. Lo denunció entonces el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, en una intervención ante la Cámara del Gran Ducado. Y lo dijo doliéndose del poco caso que británicos y norteamericanos habían prestado a sus propuestas al G7-Finanzas de 2007, en tanto que presidente del Eurogrupo, para regular la actividad de los Hedge Funds, las agencias de notación y otras instituciones financieras cuya intervención  en las últimas crisis está harto probada.

David Cameron se presentó en la última cumbre de Bruselas, la del 22 de mayo, con una carta dirigida a  10 paraísos o refugios fiscales dependientes de la City, en la que les reclamaba la identificación de los propietarios efectivos del dinero que se esconde tras recursos genuinamente anglosajones como los "trusts", en los que una razón jurídica pagada para ello figura como pantalla, como biombo de oscuridad, para el auténtico dueño del capital. Cameron dijo que tenía el acuerdo de estos enclaves para realizar una lista centralizada de propiedades ocultas tras los "trust", pero Bermuda ya ha dicho que no lo tiene nada claro.

Por otra parte, la armonización de la fiscalidad del ahorro de los no residentes comenzó a ser discutida por la UE  el 14 de febrero de 1989. La Directiva que lo regula, que concierne sólo al ahorro de las personas físicas en imposiciones ordinarias, entró en vigor en 2005, 16 años después. Este jueves pasado, la Comisión europea, reclamó a Italia, Bélgica, Polonia, Grecia y las Islas finlandesas Aland, la trasposición a los ordenamientos interiores respectivos de la legislación en vigor sobre evasión fiscal.

Y las islas anglonormandas del Canal, y otros territorios dependientes del Reino Unido, estaban obligadas por los acuerdos de la cumbre de Feira (Portugal, 2000), a proceder al intercambio automático de información fiscal con los países de la UE. No deben estar haciéndolo porque el G8 de esta semana  ha asegurado que estarán obligados a realizarlo. Y lo ha dicho como un triunfo de la reunión.

La Comisión europea ha anunciado que presentará, en lo que queda de año, un proyecto de directiva para extender el ámbito de ampliación de las disposiciones en vigor sobre fiscalidad del ahorro a otras figuras. Es la misma Comisión que en mayo de 2008, consideraba excesivo extender la aplicación de la norma a las personas jurídicas. Échale hilo a la cometa.

Por todo esto soy escéptico

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