El precio de la gasolina en España está ya más alto que antes de la crisis |
Hoy he
ido a ponerle gasolina al coche y me he encontrado con el litro de la de 95 a
1.67 euros. ¿Pero esto qué es?, me he dicho ¿No estábamos en crisis? Me he
vuelto a casa y he comenzado a trastear con el ordenador (unos datos por aquí,
otros por allí) y he terminado descubriendo que a día de hoy tenemos unos
precios en venta al público para ese producto sensiblemente más altos que los
que regían antes del inicio de la crisis financiera, en el verano de 2007. En
España, concretamente, los precios de la “normal” de 95NO están ahora un 24 por
ciento más altos que a mediados de julio de 2007 y el litro de ese refinado,
antes de impuestos, ha subido un 31,84% con respecto a esa fecha. Proyectadas
en el gráfico que les adjunto, y que he elaborado a partir de las cifras del
Boletín Petrolero de la UE, he
encontrado, como siempre, una similitud en los movimientos de ambos valores
(sin impuestos y en precio de venta al público), con notables salvedades a
mediados de 2009, cuando el precio final del producto subió más que el costo en
refinería. Y, naturalmente, la tendencia consolidada es al alza, en proyección lineal.
Más en el producto tal y como sale de venta al público que a pie de refinería.
¿Qué
está pasando? Pues lo de siempre: que los especuladores, los mismos que
apuestan porque algunos países de la zona euro van a tener dificultades para
devolver el dinero que les prestan, se han olido que los precios van a a tirar
para arriba a causa de una serie de factores, como el peligro de una confrontación
con Irán que reduciría la oferta, problemas con el refino que la recortarían
aún más, y así. Y están utilizando los mismos instrumentos que han servido para
estrangular financieramente a Grecia y a Portugal, y que a punto han estado de
hacerlo con España o Italia: derivados negociados de tú a tú de los que no
queda constancia en ningún registro accesible para la autoridad.
Ese
mundo, el de los mercados de futuros del petróleo, es conocido como "el de
los barriles de papel", por contraposición al otro, el de los barriles
reales, que es donde venden quienes lo tienen y compran los que lo necesitan.
Actualmente hay una gran divergencia entre uno y otro: el primero, el de los
barriles de papel, lleva tres semanas consecutivas en posición de adquisión de
opciones, mientras que el segundo se está desmoronando. La Agencia
Internacional de la Energía ha anunciado esta mañana que el último trimestre de
2011 se cerró con una caída en la estimación de la demanda ni más ni menos que
de 300.000 barriles al día para todo el año. La contracción en Europa es aún
más acusada: una caída del consumo en 2011 del 4,6 por ciento. Desde la crisis
de las subprime no se había producido una caída en las estimaciones de consumo,
como la de 300.000 barriles al día que la AIE ha ofrecido hoy.
Y si la
economía no tira para adelante y el consumo se retrae, ¿por qué suben los
precios?. Pues porque los carburantes son una auténtiva "vaca
lechera" para las Haciendas nacionales y cuando los precios en origen
bajan, ellas consideran que se les abre un margen recaudatorio adicional, y lo
apuran.
Además,
los precios, en este mundo de oro negro, pero también amarillo, se fijan
siempre en base a las referencias más caras, como los que rigen en los mercados
"spot", que son estríctamente especulativos.
La
estructura empresarial del sector, en fin, es vertical: dominan la
extracción, el transporte, el refino y la distribución. Les basta con cerrar
el grifo en un segmento de la poducción para que los precios suban.
De modo que ya tienen ustedes los motivos de que a día de hoy, los precios de la gasolina estén aún más caros que antes de la crisis, a pesar de una muy importante caída en 2009.
El negocio de la golosona gasolina se ha recuperado, vaya que sí. Pero a costa de una vuelta de tuerca más a la cada vez más reducida clase media.
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