Real Time Web Analytics Bruselas10: La alegre muchachada

miércoles, 17 de julio de 2013

La alegre muchachada




La Comisión europea ha convalidado, como cabía esperar, el nudo central del expediente contra España por ayudas de Estado en el sector Naval. El comisario Almunia, que es, al tiempo, vicepresidente de la Comisión, lo ha confirmado en la sala de prensa del Ejecutivo comunitario sin dar muestras de duda alguna o confusión, y sin dejar de contestar a ninguna de las preguntas que le han sido formuladas.

Los medios informativos habituales estarán ofreciendo la noticia en todos sus detalles; yo voy a centrarme en un aspecto que me parece importante, aunque lateral al caso: el ridículo que han hecho autoridades y medios del sector, en su aproximación al problema.

Nunca, y "nunca" quiere decir exactamente eso: nunca, un país tiene que hacer presión sobre las autoridades comunitarias como lo han hecho España y los sectores industriales y financieros concernidos en este asunto del Naval. Constituye un error de bulto más que respetable situar a un comisario europeo bajo el foco de la interpelación pública, en plan de alegre muchachada "porque este es de los nuestros". La Comisión europea no es un reino de taifas, donde cada cual es el único responsable de su esfera de responsabilidad, y puede hacer con ella lo que le da la gana. El marcaje de unos comisarios sobre los demás es constante y profundo y nadie que pretenda mantener su credibilidad puede presentarse ante los demás con medidas arbitrarias de apoyo a "los amigos". Una pretensión tal es absurda, ridícula y contraproducente, pues el comisario sometido a interpelación necesita distanciarse más de esa presión. Posiblemente en ese abuso del foco haya que buscar la explicación de comportamientos que chocaron en España días atrás, como el hecho de que Almunia no recibiera a enviados del sector en mayo pasado.

Esa estrategia se ha revelado desastrosa. Apuntar con la reprobación pública y escandalosa a un comisario europeo, cuando el expediente discutido tiene todos los parabienes de las instancias secundarias de la Comisión, incluido el dictamen preceptivo del Servicio Jurídico, no sirve para la nada. A las muestras me remito.

A veces tengo la impresión de que España, sus estructuras de poder y de gobierno, tanto políticas como económicas, viven todavía en los años ochenta. Los gabinetes de los comisarios, entre otros, tienen acceso, en tiempo real, a todo lo que se está diciendo o ha sido publicado sobre un tema concreto en todos los países miembros, más Japón y los Estados Unidos. Después de años de ensayos, se han desarrollado aplicaciones informáticas de complejidad enorme y capacidades asombrosas, que permiten a Bruselas tener una imagen exacta, en tiempo real, del clima de opinión nacional e internacional sobre cualquier asunto. Y son procesos de recogida de información automáticos, que jerarquizan, incluso, entre los temas presentados, pues han sido desarrollados con la última tecnología de inteligencia artificial. ¿Pero acaso ha pensado nadie que semejante alboroto por las ayudas al Naval español  iba a pasar inadvertida entre los enemigos de los astilleros españoles, que los hay, en el seno del Ejecutivo comunitario?


Les voy a contar una anécdota: las discusiones sobre la liberalización de los servicios postales europeos no comenzaron en las instituciones de la UE hasta que la Deutsche Post estuvo preparada para afrontarla. Ese es el lobby que hay que hacer en Bruselas; no lo de la alegre muchachada.

1 comentario:

  1. Y seguis utilizando el termino comunitario los periodistas.....hay que leerse el Tratado de Lisboa....no es Ejecutivo Comunitario!! por dios, pro-fe-sio-na-li-dad

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